Para clasificar un macizo rocoso en una mina subterránea en funcionamiento, se puede utilizar la clasificación geomecánica RMR (Rock Mass Rating) o la clasificación Q (Deere’s Q-system).
Ambas metodologías son ampliamente utilizadas en la industria minera para evaluar la calidad del macizo rocoso y su comportamiento geotécnico.
El RMR es un sistema de clasificación desarrollado por Bieniawski que evalúa cinco parámetros principales: resistencia a la compresión uniaxial de la roca intacta, calidad de las discontinuidades, grado de fracturación, condiciones de agua subterránea y orientación de las discontinuidades. Cada parámetro se puntúa y se obtiene un valor final que indica la calidad del macizo rocoso.
Por otro lado, el sistema Q de Deere es una clasificación que evalúa seis parámetros principales: resistencia de la roca intacta, calidad de las discontinuidades, espaciamiento de las discontinuidades, condición del relleno de las discontinuidades, orientación de las discontinuidades y condiciones de agua subterránea.
Al igual que el RMR, cada parámetro se puntúa y se obtiene un valor final que indica la calidad del macizo rocoso. Ambas clasificaciones son útiles para evaluar la estabilidad del macizo rocoso y tomar decisiones sobre el diseño de excavaciones subterráneas, como la selección de métodos de excavación, el diseño de sostenimiento y el control de la estabilidad.
Es importante tener en cuenta que estas clasificaciones son herramientas de apoyo y no reemplazan la necesidad de realizar investigaciones geotécnicas detalladas, como mapeo geológico, muestreo de rocas y pruebas de laboratorio.
Recuerde que cada mina puede tener características específicas, por lo que es recomendable contar con la asesoría de un especialista en geotecnia para aplicar correctamente estas metodologías y obtener resultados confiables.